” Rusia es una sociedad colectivista ”
Este mito es perpetuado por nuestro legado comunista y las pintorescas obras literarias del siglo XIX y principios del siglo XX. La verdad es que el comunismo dejó a la sociedad profundamente atomizada, y la gente sintió desconfianza instintiva hacia cualquiera más allá del círculo más cercano de familiares y amigos de confianza. No confiamos mucho en nuestros gobernantes, pero nos asustamos mutuamente, mucho más. Es por eso que el estado es tan central en nuestra cultura: nos brinda la última línea de protección entre nosotros.
“Los rusos son conservadores ”
Agrupados, a los rusos no nos gustan los cambios, es cierto. Es porque nuestra historia ha demostrado, una y otra vez, que los cambios rara vez son buenas noticias. No nos gustan particularmente las minorías: parecen agentes de otra realidad nueva. Si obtienen demasiada influencia, eso podría traer cambios. Los cambios son malos. Sin embargo, si sacas a una rusa y la observas actuar fuera del alcance de otros rusos, lo más probable es que te sorprenda su curiosidad, ironía, cosmovisión no tradicional y su incansable deseo de probar y aprender cosas nuevas.
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” Rusia es muy grande ”
Las distancias en Rusia son enormes de hecho. Pero la esencia dura de Rusia está fuertemente comprimida en un solo lugar: Moscú. Aquí es donde encuentras el poder, el dinero, el corazón de la cultura rusa. Todo lo demás es solo un apéndice (lo siento, San Petersburgo, eso también es cierto para ustedes). Hay muchas personas buenas y brillantes fuera de Moscú, sin duda. Pero las distancias galácticas entre ellos hacen que su presencia en la gran imagen de la civilización rusa sea homeopática, en el mejor de los casos. Necesitas estar en la capital para hacer la diferencia. Moscú ejerce la proverbial “atracción californiana”, al cuadrado: nadie que se mudó allí desde las provincias, nunca regresó.