Una de las cosas que juega a favor de Assad en la guerra es que las fuerzas militares de los Estados Unidos y la OTAN se encuentran en territorio sirio, en clara violación del derecho internacional. Esto significa que cuando el polvo finalmente se asiente, su gobierno podrá demandar tanto a los Estados Unidos como a los otros gobiernos de la OTAN por reparaciones de guerra, ya que tanto su presencia como el daño que hicieron a la infraestructura siria fueron consecuencia directa de actos ilegales. Seguramente ganaría esa demanda, y aunque los EE. UU. Y la mayoría de la OTAN tratarían la decisión con desprecio y se negarían a pagar, la decisión podría usarse como garantía contra un préstamo del Banco Mundial (donde EE. UU. Y la OTAN los miembros tienen una influencia significativa) o el AIIB (donde los EE. UU. y la OTAN no tienen influencia)
Sin embargo, si Assad declarara la guerra a Estados Unidos y la OTAN, eso legitimaría su presencia dentro de las fronteras sirias, y Siria tendría que ganar esa guerra para poder tener alguna posibilidad de demandar con éxito las reparaciones.