Creo que la mejor manera es aplicar los principios fundamentales del cambio para efectuar la reestructuración. De lo contrario, el caos y los cuellos de botella burocráticos son inevitables. El primer principio es que el cambio está planeado. La implicación de esto en el contexto de su pregunta es que la planificación supone que el sistema no es estocástico y por lo tanto evita el caos en cada etapa del cambio o reestructuración. En segundo lugar, el cambio se comunica. Esto garantiza que tanto el cambio como el proceso de cambio sean democráticos o no se impongan a los beneficiarios del cambio o reestructuración, sin importar cuán bien intencionado sea el cambio o sus beneficios percibidos y altruismo. Las personas deben tener la oportunidad de expresar sus opiniones sobre el cambio o de lo contrario su compromiso incondicional con el cambio no se manifestaría. Buena suerte.
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